76.650 hectáreas
Asimismo, las nuevas leyes estatales también condicionaban la propia configuración territorial del Parque, lo que impidió la aprobación del documento en el que la Comunidad trabajaba en su fase final. El PORN de la Sierra de Guadarrama establece 76.650 hectáreas de superficie con protección máxima, de las cuales 19.700 son de Parque Nacional por su representatividad de fauna y flora y su buen estado de conservación; y 47.000 hectáreas son zona periférica de protección, susceptible de ser declarada espacio protegido con alguna de las figuras de ámbito autonómico, como puede ser Parque
Regional. La Comunidad ha creado además dos nuevas figura de protección. La primera de ellas, denominada Zona de Transición, compuesta por 24.800 hectáreas, servirá como colchón protector ante futuros desarrollos, reforzando el sentido territorial y de ordenación del territorio. La otra figura es la de Paisaje Protegido (9.800 hectáreas) que incluye el monte Abantos y algunos ecosistemas característicos de los municipios de San Lorenzo de El Escorial, Guadarrama y Santa María de la Alameda. Por último, el PORN abarca como zonas especiales (284 hectáreas) tres áreas que tradicionalmente se han dedicado al deporte del esquí.
11 ecosistemas distintos
la Sierra de Guadarrama es un enclave de gran biodiversidad, que concentra hasta 11 ecosistemas distintos, desde los humedales de alta montaña de Peñalara, hasta los valles del Lozoya, sus extensos bosques y sus características formaciones rocosas de La Pedriza. La zona protegida se extenderá desde las cumbres de las montañas hasta las faldas inferiores e incluso valles completos como el del Alto Lozoya, y llegará hasta San Lorenzo de El Escorial por el sur, Manzanares El Real y Soto del Real por el este, y La Cabrera por el Norte. En el caso de la zona propuesta como Parque la cota mínima se sitúa en El Paular, con 1.150 metros y la máxima, de 2.428 metros en el pico de Peñalara. 30 tipos diferentes de vegetación, 1.500 variedades de flora (113 catalogadas como endemismos ibéricos) y una gran riqueza faunística (1280 especies, de las que 110 -45 mamíferos, 21 anfibios y reptiles y 34 aves- están protegidas por la legislación ambiental y 13 se encuentran amenazadas) son las características principales de este espacio. Las montañas y valles son el hábitat de especies emblemáticas y en peligro de extinción como cigüeña negra, buitre negro, águila imperial ibérica y una amplia gama de rapaces, nutrias, corzos, cabra montés y diversos anfibios como el tritón jaspeado o el sapo partero.